sábado, 13 de junio de 2015

De las actas de mi planeta: el verdadero cielo

Caminé y caminé hoy con mis tres perras hermosas. Respetan mi paso, me miran de repente. Yo voy meditando en movimiento, amando el aroma después de la lluvia, escuchando algunos pájaros que aún cantan aunque la noche ha caído. Voy repitiendo hacia adentro Yo Soy el Camino; Yo Soy la Resurrección y la Vida; Yo Soy la Puerta Abierta que Nadie Puede Cerrar. Podría caminar por horas. Las gordas están jadeando. Kaia de plano se echa en el pasto. Miro al cielo, y sigo caminando hacia arriba. Puedo irme lejos, tan lejos, que el sonido desaparece y sólo queda la ilusión de bóveda celeste.