Hoy me llegó esto profundo, y le llamo por su nombre: Corrupción.
Es corrupto no poner el corazón en todo lo que haces.
Que alguien haga el mínimo esfuerzo me parece corrupto. La corrupción no está limitada a darle dinero a alguien para que las cosas salgan como uno caprichosamente quiere. Ese concepto de corrupción pertenece al viejo mundo y deja mucho espacio vacío en la concienca donde entran muchas otras formas de corrupción.
Corrupción es devengar un sueldo sin buscar la excelencia. Es corrupto contra la vida y contra el mundo. Porque hay mucha gente sin trabajo y con mucho mejor actitud que merecería esa oportunidad, y hay alguien ocupando ese puesto sin conciencia de lo que está haciéndose incluso a sí mismo. Y quien lo permite, quien deja que los mediocres se ensalcen, entra en esa red de corrupción como cómplice.
No quiero formar parte de esa red de corrupción y por eso lo reflexiono y lo digo. Tomo postura. Porque permitir que haya gente así a tu alrededor no te engrandece, no te ayuda, no te apoya, no permite que haya una guía. Hacer como que no ves la mediocridad te lleva a permitirla. Al permitirla parece que la avalas. Al avalarla puedes dejar pensar que eso es lo que quieres a tu alrededor. Y más aún, te convierte en lo que avalas.
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