El círculo de la vida no significaba nada para ellos. Aparearse y reproducirse era un acto mecánico asociado a instintos automáticos que hacían que el sacrificio humano fuera una simple práctica más. En esta raza que habitóTlaltelolco tan valiosa era una piedra como un feto. Y su recuerdo de aquellos sus grandes señores -quienes aún en esta galaxia con su simple recuerdo generacional, los tenían esclavizados a su viejo orden de destrucción de su mundo original- hacía que perpetuaran mecánicamente su pasado de insecto depredador.
Aquí fueron plantados estos insectos sin corazón que vivan casi en colmenas, en enjambres, qué se yo... Entre sus sacrificios a Dioses vengativos y oscuros estaba, primero, tomar a su propia población como era su costumbre. Pero cuando mermaron, salieron a reconocer otras tierras y fueron también reconocidos por otros, a quienes atacaron y sometieron por su bravura y su falta de escrúpulos ante el dolor. Sembraron el miedo y desde entonces se quedó en la historia de estos pueblos la sumisión.
Aquí fueron puestos como siembra extraterrestre sin saber dónde estaban. Había sido un abrir y cerrar de ojos y todo había cambiado. La mañana cósmica les tomó de sorpresa y simplemente aparecieron en lo que se conoció como Tlaltelolco. Hubo muchos truenos ese día. Se habló incluso de un diluvio. Con piedra volcánica construyeron plataformas y cientos de años pasaron antes de enfrentar el miedo a su propia desaparición.
Aquí nació Tlaloc y su imperio del miedo. Porque llegó con toda su fuerza de trueno y agua y todo se lo llevó antes de depositar a sus hijos.
Por eso su monolito, luego de eras, fue condenado a mirar hacia abajo. Para contener su furia extraterrestre de expatriado y sostener la vida generando agua para el subsuelo, y que nunca le faltara el preciado amor lìquido a los pobladores del gran valle de la paz, a quienes esta raza insecto de conciencia masificada, oscura y fría, había asolado.
La memoria se fue perdiendo pero siempre quedó latiendo. Pudo infiltrar de nuevo su oscuridad en algunos de sus siervos dormidos, que a pesar de las eras de distancia, dieron con él de nuevo. Memoria insectívora parecida a la que dejan las mariposas, pero nada que ver con ellas. Se parece porque es un vibrato magnético, un sonido sordo como de tambor hueco. Y rompiendo el sagrado silncio dieron con él en sus disfraces modernos de historiadores cientìficos. Y simplemente lo encontraton y lo sacaron. Siervos del enardecido Tláloc, quien volteó de nuevo su rostro al cielo y el valle comenzó a secarse. Se acabaron los mantos, se quebró el equilibrio, el mounstro oscuro estaba suelto de nuevo. Su sanguinaria historia circuló de nuevo y despertó a los suyos. Y si no, sólo hay que mirar a sus guerreros sanguinarios y corrptos desangrando a lo que quedó de la Patria, y que ahora son funcionarios, personajes del congreso, miembros todos de esta secta de insectos guerreros extraterrestres, depredadores lujuriosos, en convivencia con perros hambrientos, con roedores.
domingo, 4 de septiembre de 2011
martes, 30 de agosto de 2011
jueves, 10 de marzo de 2011
De las cartas a Renato: Los ecos que dejas
El andar de las personas deja caminos de colores tras de sí.
Conforme la persona se aleja se produce un efecto curioso. Sí, porque mientras más se acerca al otro extremo del camino, en sus pies se empieza a generar un sonido seco, de presente, y hacia lo caminado solamente va quedando eco.
En ese eco se quedan suspendidos los recuerdos, repiqueteando, retintineando. Hay quienes en el otro extremo encuentran a sus familiares, o a sus jefes, a sus maestros, o simplemente a la gran luz que todos los seres humanos ansían o sueñan con merecer al final de sus días.
Tengo en mi corazón una historia de 6 años repleta de ecos. La brillantez de su sonido hace pensar que todo es presente. Lo más hermoso del eco es que siempre tintinea hacia ambos extremos. No toda la gente logra que el eco siga vivo y brillante en sus vidas. No toda la gente logra que haya hermosos cristales vibrando en ese espacio misterioso del tiempo.
Nosotros lo hemos logrado. Y ante el milagroso advenimiento del amor Crístico y de su hermosa y salvadora vibración, te dedico estos minutos para agradecer a los ángeles y arcángeles, y a todos los Coros celestiales el haber tenido el privilegio de realizar un eco de doble vibración contigo.
Conforme la persona se aleja se produce un efecto curioso. Sí, porque mientras más se acerca al otro extremo del camino, en sus pies se empieza a generar un sonido seco, de presente, y hacia lo caminado solamente va quedando eco.
En ese eco se quedan suspendidos los recuerdos, repiqueteando, retintineando. Hay quienes en el otro extremo encuentran a sus familiares, o a sus jefes, a sus maestros, o simplemente a la gran luz que todos los seres humanos ansían o sueñan con merecer al final de sus días.
Tengo en mi corazón una historia de 6 años repleta de ecos. La brillantez de su sonido hace pensar que todo es presente. Lo más hermoso del eco es que siempre tintinea hacia ambos extremos. No toda la gente logra que el eco siga vivo y brillante en sus vidas. No toda la gente logra que haya hermosos cristales vibrando en ese espacio misterioso del tiempo.
Nosotros lo hemos logrado. Y ante el milagroso advenimiento del amor Crístico y de su hermosa y salvadora vibración, te dedico estos minutos para agradecer a los ángeles y arcángeles, y a todos los Coros celestiales el haber tenido el privilegio de realizar un eco de doble vibración contigo.
martes, 22 de febrero de 2011
De los gritos profundos: Despierta!
No hay duda, tu derecho a alcoholizarte o a
embrutecerte con cualquier droga es tuyo,
pero cuánta sangre hay detrás de tu derecho a tirar tu salud por la borda! Cuánta injusticia, corrupción...
cuánta oscuridad si no puedes ver para quién trabajas cuando lo haces.
viernes, 28 de enero de 2011
De las actas de mi planeta: Renacimiento
Un sol Divino y Majestuoso iluminó mi mente con su blancura,
limpiándolo todo, borrándolo todo.
Y ha sido tal el milagro que en vez de olvidar, he recordado.
sábado, 15 de enero de 2011
Del libro Blanco del Nuevo Tiempo: Desbandada de Ángeles
Algo tiene que estar sucediendo en el cielo
que han llamado con urgencia a Rodrigo e Isabelita,
a la tía Ofe y a otros que andan de incógnito.
Algo debe estar sucediendo en la tierra
que algunos ángeles son llamados
para descansar y tomar fuerzas
para los tiempos venideros.
Un beso a los ángeles que entre ayer y hoy se fueron.
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