No hay duda, tu derecho a alcoholizarte o a
embrutecerte con cualquier droga es tuyo,
pero cuánta sangre hay detrás de tu derecho a tirar tu salud por la borda! Cuánta injusticia, corrupción...
cuánta oscuridad si no puedes ver para quién trabajas cuando lo haces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario