El amor: el amor siempre beneficia. El ser humano le pone categorías al amor, Dios no. En la creación somos la única de sus creaciones con ego y con necesidad de sobresalir, de diferenciarse sólo por competir; somos los únicos que tenemos que trabajar con la autoestima y, también los únicos que podemos corromper cualquiera de las bendiciones que Dios nos ha dado. Afortunadamente nos dio un ego para poder trascender las limitaciones. Si no tuviéramos esos egos rondando, no sabríamos lo que es la fidelidad, la infidelidad, la corrupción y la honestidad.
En el amor el que más se beneficia es el que ama: El único dolor del amor es no ser correspondido. Por lo demás, el amor siempre beneficia a quien lo siente y es un gran motor para seguir adelante. Yo decido amar y seguir amando; aún cuando no haya retribución. El ego quiere retribución, el ego es quien tiene una esperanza; el ego es quien pone el amor en un lugar en donde las cosas son "dando y dando"... hoy mi corazón tiene una claridad, que aunque duele, me libera. Es cierto, estamos solos, todos estamos solos y sin embargo en las similitudes y las diferencias he encontrado tesoros. Especialmente hoy sé que está bien relacionarme con quien me es similar, y que amar al que es diferente no me obliga a ser su amigo. Simplemente amar buscando las posibles coincidencias... porque el efecto será un alimento mayor para mí, porque encontraré en mí la posibilidad de la misericordia, de la empatía, de conocerme más a mí misma a través de otro. Y solamente por eso, por ese mínimo detalle, ese otro se vuelve un Maestro para mí, y honraré el momento de aprendizaje como una bendición del cielo que viene disfrazada de personas que con su odio, honran a mi alma dejándome ver lo que no quiero para mi corazón. Y que al mismo tiempo, trascender ese odio, me lleva a verlos como personas... quizá se trata de un huérfano a quien le duele todavía la pérdida de su padre, y que odia salir los fines de semana porque quiere estar con sus hijos... y eso me hace dimensionarlo en un lugar en donde me siento bien con Dios.
Corrupción: Co-romper. Qué importante palabra, que rete llena de significado. Quiere decir: romper en compañía. Quiere decir: varias voluntades unidas para romper algo (¿o con algo?). Esas voluntades pueden unirse para romper (para construir o para destruir).
Los seres humanos hemos tersgiversado tanto las cosas que solamente les damos una connotación, aquella que nos remite más a lo que más conocemos: el que se une para destruir. Pero siendo cuidadosos, corromper también implica alterar. ¿Por qué las personas corrompen? Porque quizá están hartos de alguna situación, o porque simplemente han nacido corruptos, es decir, rotos por dentro, porque han nacido y crecido en ambientes en donde la deshonestidad se disfraza de justificación para obtener lo que no se obtiene por nivel de conciencia. Porque elevar el nivel de conciencia implica descubrir tu honestidad y tu deshonestidad. Y muchas personas no quieren o no pueden entrar concientemente en ese estado. Porque muchas personas no pueden o no están listas para asumir su propia dualidad. Porque han vivido en sociedades corruptas (rotas) en donde se perdió la memoria de qué era lo verdadero. Sociedades en donde la fidelidad está asociada a estar con alguien por el resto de tu vida aunque tu corazón esté en otro sitio; que tienes que estar con un ladrón porque es tu amigo, solapar sus robos y convertirte en cómplice. Es decir, sociedades que fincan su honorabilidad en sostener, en promover la infelicidad. Y encuentro que es cierto lo que yo sentía antes de este momento: la fidelidad es ser fiel a ti mismo, a lo que sientes profundamente; ser fiel a tu naturaleza. Lo natural es estar bien, todo el tiempo.
Fidelidad: Digno de fé, digno de que se crea en ti; hijo fiel. Hijo fiel del amor. Todos los seres humanos somos hijos fieles del mayor acto de amor divino. Mucho más allá de nuestros padres, de su limitada voluntad de concebirnos. Dignos hijos de Dios por su inmenso amor; hijos todos muy amados, dotados de la misma chispa divina. Fidelidad que Dios nos tiene al amarnos incondicionalmente, al darnos el libre albedrío, la capacidad de conciencia, la capacidad de elegir. Todos los seres humanos hemos sido concebidos por amor. No por el amor humano de nuestros padres. Sino por el amor divino. Y como hijos del amor, nuestra única fidelidad es hacia el Amor. ¿Cómo hemos podido trastocar tanto eso???? ¿cómo pudimos olvidarlo?????
El amor que quiere poseer, no es amor. Es ego. Es necesidad de conquista. El ego "quiere". El ser, ama. Y esa es nuestra naturaleza, amar. Al ego se le antoja algo y lo toma. El ser ama en congruencia, es decir, deja que el amor fluya y no lo califica. No toma y deja. El ego hace algo y lo encasilla en lo correcto y en lo incorrecto, y siente culpa y se busca una condena. El Ser no juzga. El Ser abraza y aprende. El Ser permite que la conciencia del momento se eleve a otro nivel. El Ser, el Ser Espiritual no busca la conveniencia o inconveniencia porque no se corrompe. Es una unidad con Dios. El ego desea y busca satisfacción. El amor es satisfacción total sin necesidad de comprobación. Entre lo humano y lo espiritual, es decir, en nuestro tránsito por ahí entre esos dos mundos, a veces nos encontramos con personas... como ha sido nuestro caso. Y entre lo humano y lo divino puedo pensar que besas divino y quedarme en lo humano, o puedo encontrar en tus besos el amor divino y saber que no hay casualidades y que efectivamente hay entre nosotros algo más allá de lo que podemos comprender con palabras.
La religiosidad que aprisiona: Para mí el peso de lo que mi familia pensara sobre un divorcio era enorme. Nadie quería enterarse de lo que pasaba realmente conmigo, pero no podían aceptar un divorcio. Era contra sus creencias, contra su religión. Y a veces, cuando en la mitad de una madrugada mi ex se despertaba a golpearme y a sacarme de mi habitación, y estaba sentada en la escalera llorando y con ganas de aventarme de cabeza, me preguntaba qué tan católico podía ser que mi familia prefiriera que yo pasara por todo eso con tal de evitar un divorcio... lo cual me llevaría directamente a la excomunión... y fue justamente por esas y muchas otras incongruencias de la religión católica y de los católicos, que decidí no serlo más y decirlo abiertamente. No quise más formar parte de una religión que protege la violación, la infelicidad y que anula el amor a través del miedo a no pertenecer. Una religión en donde el amor incondicional se le ha negado al ser humano, y se le ponen condiciones para pertenecer.
Mi fidelidad es hacia el amor. Filedidad es encontrar tu propia naturaleza y ser consecuente con ella. Y yo escribo y hablo mucho, y pinto y amo la fotografía, y amo cocinar y lavar porque mi naturaleza es expresar... expresar lo que mi corazón mira... porque mis ojos un día se conectaron con la grandiosidad de Dios para la eternidad. Porque no puedo mirar un atardecer sin pensar en Dios... y cuando tú me llamas para mirar un atardecer, eso me remite a Dios en ti, y veo a Dios cuando me miras y me sonríes, y cuando encuentro nuestras coincidencias, nuestras enormes similaridades... y cuando siento que me conoces profundamente...
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