Tu voz me acompañó por los turbulentos años adolescentes, por ahí de los 70tas. Me trajiste en bandeja de oro a Violeta Parra y sin tener 17 quise volver a los 17, y di Gracias a la vida que ya desde entonces me había dado tanto.
Ay Mercedes, me sacudiste la Alfonsina que llevo dentro y me libré del suicidio nomás porque de veras le tenía mucho miedo al mar. Y pensando en ti, con tu voz profunda resonando en mi experiencia, hice un buen pacto con la Gran Serpiente que aparece de vez en cuando en el romper de las olas de cualquier marea, y nunca más me volvió a azotar. Cómo recuerdo ese atardecer en Ixtapa cuando me aventuré por entre la espuma blanca, caminé hasta que no tuve más que flotar y bien adentro, rompí a llorar.
Hace un par de meses compré tu disco titulado Cantora, y lo promoví porque al escucharlo te respeté aún más que en los 70tas, los 80tas y más...como dicen en Radio Joya. Junto con mi hija Sashantia te canté a todo pulmón hasta agotar el reproductor de CDs del coche, y justo cuando más entusiasmada estaba ella de conocerte en persona, recibimos la noticia de que habías trascendido el cuerpo físico. Si hubieras podido ver su carita, su desconcierto, sus hermosos ojos de Hada llenarse de lágrimas. Y quiero darte las gracias porque nos hiciste un huequito hermoso para compartir, para ser madre e hija disfrutando de un espacio de comprensión, de solidaridad, de guerreras entonando La Masa y repiténdola por esa locura de la garganta del Zentontle, por estar en contra de los testaferros y de las lucecitas montadas para escena... por vivir a Silvio a través de tu voz y de la de Shakira... qué cosa fuera de estos cuerpos humanos si no existiera el alma pulsando la vida. Qué cosa fuera la Masa sin Cantera.
Hermosa Mercedes Sosa, que se libere el enojo final, que vueles como el pajarillo que no se arrodilla, tal como fuiste. Cantora.
Seguramente verás de frente al Celador de Sueños, aquél que levanta las manos para bailar, que hace que el corazón vuelva a cantar. Ay Chinita no llores. Vé pues a donde está la alegría que te hará reir eternamente.
(Raúl Orozco)
Celador de los sueños
déjame entrar
celador que levantas las manos para cantar
ay chinita no llores
vamo pa' licho' cruz
dónde esta la alegría para hacerte reír
no me digas que no, no me digas que no
Celador de sueños háceme cantar
negro háceme cantar, negro háceme cantar
celador de sueños háceme bailar
negro háceme bailar, negro háceme bailar
celador de sueños
Celador que levantas las almas para cantar
y aunque sea muy tarde siempre quiere coplear
ay chinita no llores vamo' pa' licho cruz
donde esta la alegría para hacerte reír
no me digas que no, no me digas que no
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