viernes, 25 de septiembre de 2009

De las cartas a Renato: Navidad


La última Navidad Lulene pidió un regalo, el mismo que todas las Navidades anteriores.

Las envolturas que el niño Jesús utiliza para hacer realidad los anhelos de las personas son variadas y siempre sorpresivas.

Has sido un gran regalo. Un misericordioso recordatorio cotidiano de que Dios existe.

Hoy el anhelo de Lulene es que seas feliz y que encuentres la paz en cada brote de vida que salga a tu paso; sean flores, mariposas, sonrisas, miradas o aromas.

El anhelo de Lulene es que un latigazo de Luz sane cualquiera de tus heridas y que tus ojos miren a través del corazón en 360 grados de amplitud.

El anhelo de Lulene es que cada rayo de Sol y cada suspiro de Luna te recuerden el misterio de un solo Dios Padre-Madre que habita en cada célula, en cada átomo de todo lo que existe, de lo que ves y de lo que no ves.

El anhelo de Lulene es una inmensa carcajada universal que alegre tu vida como si siempre sonara un cascabel.

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